jueves, 15 de mayo de 2008

De tiempos y atunes

Y es que es así, las cosas duran lo que duran, las hay con fecha de caducidad como las latas de atún, y aunque los alimentos en conserva son casi eternos un día llega su hora.

- Es que... todavía no me han abierto
- Arreando chaval que se te pasó la fecha
- Pero ¿y un poquito más? por si me comen hoy... digo...
- Naranjas de la China, venga que todavía tengo que llevarme por delante a un perro del 5º y hacer una grieta en el mueble bar del borracho del 1º

Esta hipotética conversación entre una lata de Atún y el "Tiempo" viene que ni pintada a la hora de buscar excusas para alargar lo inalargable, y si el señor tiempo se llevó por delante después al pobre "Chispas" que no hará con las relaciones personales humanas, tan frágiles como pompas de jabón.

Si las plantas no se riegan se marchitan, que diría mi padre, y dos años sin regar son mas que suficientes para secar al mas irreductible cactus de Atacama, aceptarlo cuesta, un cojón de pato en mi caso, tanto es así que a este momento aun no doy por perdida mi batalla, pero en el caso de que Diós le pidiera al tiempo que hiciera la vista gorda unos añitos más entre nosotros, me la jugaría a una carta.

Y aun sabiendo que no vas a leer esto, porque "na más" que lo leo yo, te escribo estas lineas que quizás algun día tenga cojones de releer sobrio.

"... y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar"
(Antonio Machado)


He dicho

No hay comentarios: