lunes, 30 de marzo de 2009

Camino de Arbatax (1/5)

“Ya solo me faltaba que empezase a llover” pensó un momento antes de sentir las primeras gotas sobre su cabeza. No pasarían de las 4 o las 5 de la tarde y el sol se esforzaba por iluminar sobre el entramado gris que cubría el cielo, buscó algún punto de referencia sobre el que orientarse, pero aquel monte a su izquierda no le decía absolutamente nada, las gaviotas… estas en cambio arrojaban algún dato ¿Estaría cerca de la costa?


Aunque sabía que aquellas aves podían adentrarse varios kilómetros en busca de comida, lo normal era que indicasen su proximidad al mar pero… no tenía previsto encontrarlo hasta ¡¡dentro de cuatro días!!

Volvió a mirar hacia el monte… no parecía muy alto, con un poco de suerte llegaría a la cima antes de anochecer y desde allí podría divisar cualquier población cercana ….si es que hubiese alguna. Pensó en ello mientras ascendía por la falda de la elevación, los matorrales cubrían buena parte del suelo y no fue fácil encontrar un camino practicable, lamentó no hallar un sendero que delatara presencia humana, cada varios metros algunas piedras enormes se mostraban desplazadas de sus posiciones originales, bien pudiera ser acción del hombre o de una extraordinaria violencia natural, sea como fuere continuó con la marcha.


Perder el caballo había supuesto sin duda la complicación mas importante en aquel viaje, aun así no se mostró muy preocupado al inicio, pues iba con varias semanas de adelanto al plan, y estimaba se encontrase a menos de seis días de marcha a pie de su destino, en aquellas tierras no abundaban los hombres ni las bestias, el último vestigio de civilización quedó dos jornadas atrás, y desde aquel día aparte de algún conejo, un gamo, y aquellas gaviotas no había encontrado síntomas de vida mas que los que mostraban las copas verdes de los árboles y el rumor del riachuelo que había convertido en su guía… previsiblemente equivocado como demostraba la situación en la que se veía.


Alcanzó la altura necesaria para ver el mar dos horas después de iniciar el ascenso, para su pesar no encontró un solo lugar donde poder beber, y no estaba en condiciones de regresar al curso del riachuelo antes de que acabara el día, decidió dormir aquella noche allí. La certeza de su cercanía a la costa lo había agotado tanto como la marcha emprendida para descubrirlo. Resolvió seguir al norte cuando hubiese descansado, porque a lo lejos en esa dirección se dibujaba la silueta de un campanario. Sea como fuere Arbatax quedaba más lejos de lo esperado

martes, 24 de marzo de 2009

Tan grande como quieras

¡Albricias! ¡Tengo una ventana al mundo! la conseguí de oferta y aunque hubiese costado mas cara mereciera la pena pagarlo. Es blanca con letras de 3 colores y me asomo desde allí a donde me apetece, nunca pensé en tener una y la verdad me cuesta elegirle sitio en la habitación, posiblemente la coloque sobre la cama, para dormirme mirando muy lejos, o para no dormirme nunca más.

Como pasa con los grandes inventos, se que nunca le daré "toooooooooooooooda" la utilidad que tiene, como el que se compra una maquina de fotos y nunca leyó para que sirve la posición "M" o "S" pero me importa poco, usaré la tecnica del "ensayo/error" porque creo que por mal que la utilice nunca serán sus consecuencias demasiado graves.

Ahora me abruma la divina capacidad de mirar a donde yo quiera cuando yo quiera... ¿Por donde voy a empezar? Supongo que comenzando por lo que ya conozco, aquellos sitios donde me gustaría estar y no estoy y aquellos en los que no me dará tiempo visitar en persona, voy a pasar una semana de escándalo.

A lo mejor un día me da por mirar tu casa, o tu cuarto, pero pediré permiso para no verte salir de la ducha ni hacer nada que pueda molestarte, pero será divertido de eso no cabe duda, ya me entró la curiosidad, de hecho voy a mirarte ahora mismo... ¡de hecho te estoy mirando!

Pases largos, piernas cortas

Me acostumbré a los termos eléctricos, a las paredes vacias de un pasillo muy largo, al suelo frío, manchas en la cocina y a una fregona vieja. Adopté costumbres temporales hasta ese momento desconocidas y participé en rituales ajenos, todo eso lo hice mío, todo eso me pertenece ahora.
Adquirí la costumbre de guardar la fruta en un armario, de sobrevivir con dos toallas, de aliñar ensaladas con vinagre oscuro, y de usar tapones para dormir, con todo eso vivo, lo guardé bien doblado en la mochila, para no arrugarlo, para que estuviese dispuesto cuando todo esto se fuera a la mierda. No era necesario quizás pero cada noche abría el cajón para ver si estaba todo dispuesto, el pasaporte, el cargador del movil, la libreta, el boligrafo negro... por si acaso venía una ola tan grande como tu a tragarnos a todos, a engullir la plaza a llevarme por delante, y siempre me mostré predipuesto a que sucediera, y francamente me importaba entre poco y regular.

Entonces subíamos las cuestas hombro con hombro, y ni el viento ni la lluvia nos inmutaban, si alguno caía otro ocupaba su lugar pero si tu tropezabas yo aminoraba el paso, para que no se notara mucho, para empujar cuando el desnivel era excesivo y no perdimos ni una sola vez ¿Cuantos podeis decir lo mismo?

Cuando suena algo que no me gusta, lo cambio, cuando no me apetece escuchar, me marcho, cuando me aburre la presencia ajena pongo tierra de por medio. Cuando aprendo, lo guardo ¿Cuantos podeis decir lo mismo?

No me apetece formar parte de la lista de viejas glorias, ni quiero que embauquen a nadie haciendo mención a mi nombre, voy a darme de baja del contador de hemoglobina, para que ninguno pueda pasarme nunca factura.
¿Cuantos quereis hacer lo mismo?

martes, 3 de marzo de 2009

De cajeras y manises

El próximo día te estaré esperando, ojalá te vea nada más cruces la puerta, porque te estoy siguiendo los pasos, he decidido no tolerarte ni una siquiera, ansío la llegada del sábado para poner mi plan en práctica.
No te conozco personalmente ni maldita la falta que hace, te observo embelesado cada fin de semana, atónito ante semejante despliegue de vulgaridad en teoría ajena a una señorita de tu edad. Normalmente te llamas "Jessica" "Vanessa" "Yolanda" las más veces, aunque esto es solo estadísitca porque adoptas mil y un nombres como el demonio. Has intentado esta noche ponerte guapa, provocativa y enseñas tus dientes amarillos ante los "piropos" del "Maikel" que va contigo. En el 85% de las ocasiones no eres asunto mío porque pasas de largo en busca de ritmos mas adecuados para menear ese "cucu" esculpido a base de menús "Whooper" y hojitas de lechuga, por la línea ya sabes. Pero de vez en cuando haces incursiones asesinas hacia mi espacio y es ahí donde nuestros intereses chocan, y de que manera.
Que saltes como poseída a ritmo de Georgie Dan me la trae bastante floja, de hecho lo entiendo y no difieres en demasía de los otros clientes que abarrotan la sala, lo que no soporto es que te metas en la piel de un defensa bético levantando los codos y asustando a tus vecinos, por cierto no cantas, "gritas" "maúllas" y el inglés se te da fatal, no lo intentes, hazlo por ti aunque sea.
Estoy bastante acostumbrado a personajillas como tu, 3 años de oficio en la noche dan para mucho y aun aplicando la táctica de "ojos que no ven..." te empeñas en flanquearme el paso, hundirme el hígado a codazos y pisarme por sistema. El sábado tiraste dos cafés, y catalín se puso triste porque solo pudo beber coca-cola light, pero que Nieves tuviese que esperar 30 min sus "manises" porque a ti te saliera de tu arrabalera almeja... eso pasa de castaño oscuro, así que aunque tenga que esperar hasta la próxima batalla para devolverte el favor, hoy date por avisada, y de paso unos consejillos... :
La minifalda "guapa" no se inventó para según que cuerpos, de verdad, y por supuesto el tuyo no estaba en mente de ningún modisto, no a todos nos quedan bien según que cosas, o será que a ti no te veo más que con el uniforme del Alcampo, y de cualquier otra guisa me confundes, por cierto el pajarito en la pechera si que va contigo, como anillo al dedo. El corte de pelo a lo Pulp Fiction te desgracia, de verdad, lo primero porque te obligó la "Jenny" para ir igual de perracas... ¡¡bribona!! lo segundo porque no te gusta en absoluto, lo tercero por respeto... nunca has visto Pul fiction y lo cuarto y más evidente es porque ese corte enseña mucho tu cara... y creeeme cuanto más tapada mejor...
Pero la auténtica venganza llegará cuando cambien las tornas, el día que me plante en el hiper y compre 40 paquetes de salchicas frankfurt diferentes para que te joda, formaré una cola del copetín, olvidaré el efectivo en el coche, te pediré el cambio en monedas grandes y a la mínima ejerceré mi derecho de consumidor y te pondré una reclamación que se caga la perra, para que se te pasen las ganas de joder en el trabajo a los demás. Por cierto, Nieves te manda saludos...
He dicho