miércoles, 10 de diciembre de 2008

La chica de rojo


Despues de casi un minuto el semáforo cambió de color, la chica de rojo agarro su maleta "troley" y cruzó sin mirar las líneas blancas del paso de cebra.
Confiaba en aquel muñeco verde sin conocerlo personalmente, le otorgaba la potestad de regir el tránsito de una manera inconsciente, al igual que el resto de los viandantes que cruzaban cualquier calle del mundo en ese instante.

"Taca taca taca taca" sonaba el carrito en roce continuo con la acera, a veces esquivaba un charco o subía un bordillo, entonces el ruido cambiaba a un seco "clack" o "bsbsssbs" si se deslizaba por el agua.

Algunos se giraban al verla pasar, pero la gran mayoría continuaban impasibles su paseo, de hecho ningúna razón especial motivaba a observarla, era una chica normal, en un día normal caminando por una ciudad cualquiera.

"Taca taca taca taca" A la chica de rojo le interesaban pocas cosas, no sabemos si trabaja o estudia, realmente está en la edad de cualquiera de las dos cosas, le divertían los niños en carricoche, le gustaban los sauces y los libros de tapas duras.

Ayer hizo sol en Praga pero eso a ella no le importaba porque nunca estuvo allí. Una vez soñó con cantar en un teatro abarrotado , o quizás eso pasó hace mucho tiempo...
La chica de rojo volvió a parar, esta vez el semáforo tardó un poco mas en cambiar de color, el carrito seguía con su soniquete.

Mañana nevará en Estocolmo, pero eso todavía no le importa